Cada estantería cuenta una historia: de estrategia, espacio y potencial de ventas.
Los planogramas son los planos visuales detrás de esa historia: diagramas que ayudan a los minoristas a determinar exactamente dónde debe colocarse cada producto.
Comprender los diferentes tipos de planogramas puede ayudar a los minoristas a optimizar el espacio, mejorar la experiencia del comprador y aumentar las ventas. Esta guía explora los principales tipos de planogramas, clasificados por formato y estrategia, y destaca formas prácticas de gestionarlos eficazmente.
Tipos de planogramas clasificados por formato
1. Planogramas a nivel de tienda (Planogramas macro)
Los planogramas a nivel de tienda ofrecen una vista macro del diseño del punto de venta, incluidos departamentos, pasillos y mobiliario. A diferencia de los planogramas a nivel de estantería, se centran en las zonas y agrupaciones de productos en todo el espacio de la tienda, más que en la ubicación de cada SKU individual.
El objetivo es optimizar el flujo de clientes, destacar las áreas de alto tráfico y definir zonas claras para las diferentes categorías de productos. Estos planogramas ayudan a los gerentes a decidir dónde colocar productos promocionales o de alto margen para lograr el máximo impacto.
Consejo práctico: utiliza los planogramas a nivel de tienda para planificar los flujos de tráfico, evaluar la proximidad entre departamentos y mantener diseños coherentes entre distintas ubicaciones. Este enfoque garantiza una experiencia de compra fluida y una ejecución de merchandising eficaz a nivel macro.
2. Planogramas de estantería (planogramas visuales o de imagen)
Son el tipo más común, ya que muestran la colocación exacta de los productos en estantes o ganchos. Incluyen detalles como frentes, parámetros del producto y espacios entre artículos.
Los planogramas de estantería garantizan que los productos se exhiban de forma coherente en todas las tiendas, mejorando la visibilidad y equilibrando el inventario. También ayudan a prevenir quiebres de stock y a asegurar que los artículos de alta demanda estén siempre disponibles.
Consejo práctico: al crear planogramas de estantería, considera la colocación a la altura de los ojos para productos prioritarios, la proximidad entre artículos complementarios y la asignación de espacio según los datos de ventas. Un planograma bien ejecutado puede aumentar significativamente las ventas al guiar la atención del comprador hacia los productos destacados.
3. Planogramas de exhibición
Los planogramas de exhibición están diseñados para áreas secundarias y de alto impacto, como cabeceras de góndola, mesas promocionales o escaparates. Se centran en crear presentaciones visuales atractivas más que en la disposición rutinaria de los estantes.
Su propósito es captar la atención del comprador, impulsar las compras por impulso y destacar productos estacionales o promocionales. Estos planogramas garantizan coherencia en la ejecución de exhibiciones en múltiples tiendas.
Consejo práctico: planifica las exhibiciones agrupando los productos estratégicamente, equilibrando la visibilidad de marca con la estética y considerando los recorridos de los compradores. Medir el rendimiento de las exhibiciones a lo largo del tiempo permite optimizar su eficacia promocional.
4. Planogramas basados en texto
Proporcionan instrucciones escritas para la colocación de productos y eran comunes antes de la adopción generalizada de las herramientas de visual merchandising. A diferencia de los planogramas visuales modernos, dependen completamente de descripciones escritas en lugar de diagramas.
Se utilizaban para ayudar al personal de tienda a comprender la disposición de los productos cuando no había herramientas visuales disponibles. Sin embargo, son lentos de crear y seguir, requieren más recursos y aumentan el riesgo de errores.
Consejo práctico: aunque aún pueden servir como referencia rápida para tiendas muy pequeñas o montajes temporales, los planogramas basados en texto son poco eficientes en el retail moderno. Combinarlos con ayudas visuales como bocetos o fotos puede mejorar la claridad, pero invertir en planogramas digitales resulta mucho más eficaz para una ejecución precisa y coherente.
5. Planogramas 3D
Son modelos digitales inmersivos que permiten a los minoristas visualizar la tienda o el estante en un entorno tridimensional antes de la ejecución.
Estos planogramas mejoran los flujos de aprobación, ya que permiten a gerentes y equipos ver cómo se percibirán los productos desde la perspectiva del comprador. También ayudan a probar distintas disposiciones de forma virtual para optimizar el flujo y la visibilidad.
Consejo práctico: utiliza modelos 3D para simular el comportamiento y los recorridos de los compradores, revisar las líneas de visión de los productos promocionales y ajustar el diseño antes de mover físicamente los artículos. La visualización 3D acelera la alineación del equipo y la toma de decisiones.
6. Planogramas de realidad aumentada (AR)
Estos planogramas utilizan tecnología de realidad aumentada para superponer diseños digitales sobre el entorno real de la tienda, mediante tablets o smartphones. A diferencia de los planogramas tradicionales, permiten ver productos y diseños virtuales directamente en el espacio físico antes de realizar cambios reales.
Ayudan a gerentes y merchandisers a visualizar la disposición de los estantes en tiempo real, probar distintas configuraciones y tomar decisiones basadas en datos sin costosos ensayos. Son especialmente útiles para exhibiciones complejas, cambios estacionales o implementaciones en múltiples tiendas.
Consejo práctico: usa planogramas AR para previsualizar nuevas campañas, evaluar el impacto visual y confirmar la ubicación de productos. Los equipos pueden recorrer los pasillos con dispositivos AR para verificar que los diseños cumplan con los estándares operativos y objetivos de visual merchandising. Además, facilitan la formación de nuevos empleados mediante una guía interactiva y visual.
7. Planogramas esquemáticos
Son diagramas simplificados, listos para la ejecución, creados para que el personal de tienda los siga fácilmente. Se centran en los detalles esenciales necesarios para la correcta colocación de productos más que en una representación visual completa.
El objetivo es garantizar el cumplimiento del planograma y facilitar una implementación precisa. Los esquemas reducen errores y ahorran tiempo durante la ejecución.
Consejo práctico: al crear planogramas esquemáticos, destaca elementos críticos como la secuencia de productos, los frentes y los puntos clave de exhibición. Úsalos como herramientas de referencia rápida durante la reposición o las campañas promocionales.
Tipos de planogramas clasificados por estrategia
1. Planogramas por categoría
Agrupan productos similares, como todos los artículos de cuidado de la piel o bebidas por tipo. Este enfoque simplifica la experiencia de compra, facilita la comparación y fomenta compras centradas en la categoría.
Consejo práctico: analiza regularmente los datos de ventas y rendimiento para asignar espacio de estantería proporcionalmente entre categorías. Ajusta los diseños según las tendencias para mantener la relevancia y mejorar la satisfacción del cliente.
2. Planogramas de surtido
Determinan qué SKUs deben aparecer en el estante, reflejando las preferencias del comprador, la demanda estacional o la popularidad regional. Ayudan a evitar el exceso de inventario de artículos de baja rotación y aseguran la disponibilidad constante de los más vendidos.
Consejo práctico: sigue el rendimiento de ventas y las preferencias locales para optimizar la mezcla de productos. Son especialmente útiles en cadenas con formatos de tienda diversos, permitiendo adaptar la oferta a cada ubicación.
3. Planogramas por bloques
Agrupan productos por marca o tema, creando claridad visual y reforzando la identidad de marca. Este tipo favorece la fidelidad del cliente y facilita la navegación dentro de la categoría.
Consejo práctico: aplica una alineación y espaciado consistentes al implementar el bloqueo de marcas para mantener una apariencia ordenada y profesional. Considera los datos de comportamiento del cliente al decidir qué bloques destacar.
4. Planogramas de colocación horizontal
Organizan los productos uno al lado del otro en los estantes, permitiendo comparar fácilmente artículos similares. Son útiles para categorías donde los compradores deciden en función de características o precios.
Consejo práctico: coloca los productos más rentables o populares a la altura de los ojos. Asegura suficiente espacio para evitar saturación y mantener el acceso fácil a los artículos.
5. Planogramas de colocación vertical
Organizan los productos en columnas verticales. Este formato es ideal para categorías donde la accesibilidad a diferentes alturas es importante o donde un efecto “torre” ayuda a resaltar ciertas marcas.
Consejo práctico: utiliza la disposición vertical para resaltar marcas o productos de alto impacto. Considera las líneas de visión verticales y asegúrate de mantener una alineación consistente en todos los estantes.
6. Planogramas basados en ventas o rentabilidad
Asignan los mejores espacios de exhibición a los productos con mayores márgenes, buscando maximizar la rentabilidad más que el volumen de ventas.
Consejo práctico: combina datos de ventas y margen para identificar los productos más rentables y sus ubicaciones óptimas. Actualiza los planogramas regularmente para reflejar cambios en la rentabilidad y el desempeño.
7. Planogramas basados en participación de mercado
Asignan el espacio en función de la cuota de mercado de cada marca, ofreciendo más visibilidad a las líderes y representación proporcional a las más pequeñas.
Consejo práctico: integra datos de mercado y tendencias de ventas para ajustar las exposiciones de marca dinámicamente. Este enfoque garantiza que el espacio refleje tanto la realidad del mercado como la estrategia competitiva.
8. Planogramas estacionales
Diseñados para campañas, festividades o eventos especiales. Permiten renovar las exhibiciones y destacar productos oportunos que atraen el interés del comprador.
Consejo práctico: planifica los cambios estacionales con antelación para asegurar una ejecución fluida. Usa datos históricos para prever la demanda y optimizar la colocación.
9. Planogramas promocionales
Se enfocan en productos relacionados con campañas de marketing, descuentos o promociones de tiempo limitado. Su objetivo es captar atención e impulsar ventas a corto plazo.
Consejo práctico: asegúrate de que las promociones sean visualmente distintivas y estén ubicadas en zonas de alto tráfico. Mide su rendimiento y ajusta futuras promociones según su efectividad.
10. Planogramas de optimización del espacio
Buscan maximizar el uso del espacio de venta equilibrando inventario, variedad y accesibilidad. Garantizan que cada centímetro contribuya a las ventas sin sobrecargar el estante.
Consejo práctico: analiza datos de ventas, tráfico y rotación para asignar el espacio de forma eficiente. Revisa y actualiza los diseños periódicamente para mantener una utilización óptima.
11. Planogramas analíticos
Se emplean para evaluar el rendimiento de la tienda y de los propios planogramas. Combinan diseños visuales con datos de ventas, cumplimiento y comportamiento del comprador para orientar futuras decisiones de planificación.
Consejo práctico: utiliza los planogramas analíticos para identificar productos o disposiciones con bajo rendimiento. Las revisiones regulares ayudan a perfeccionar la estrategia y mejorar el retorno de inversión en merchandising.
Conclusiones clave
- Los diferentes tipos de planogramas cumplen funciones únicas: desde visualizar el diseño de la tienda hasta optimizar la estrategia de ventas.
- Combinar enfoques basados en formato y en estrategia ayuda a los minoristas a maximizar la eficiencia del espacio y mejorar la experiencia del comprador.
- Comprender estos tipos es esencial para una ejecución coherente, una mejor toma de decisiones y un crecimiento medible de las ventas.
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